Bandera Reichstag

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domingo, 6 de mayo de 2007

Nuestra cárcel de oro

Cuan bonita y cómoda es nuestra cárcel de oro. En ella se pueden hacer muchas cosas, sobre todo se pueden comprar muchas cosas. Coches, casas, comida y un sinnúmero de cosas, desde las más útiles y bellas, como un disco de Vivaldi, hasta las más feas y desagradables, como un disco de Bisbal, por seguir en el mismo campo. Es una cárcel que nos vamos con struyendo nosotros, ellos nos pasan los ladrillos y los barrotes y nosotroslos ponemos, con mucho cemento no se vayan a mover. Todas nuestras seguridades, nuestras certezas, nuestras convicciones no hacen más que unir fuerte las piezas que conforman nuestra bonita cárcel.

Cada cosa que poseemos, a la que nos aferramos, como si fuera nuestras, como si pudieramos dejar nuestra impronta en ella y así permanecer... cada una de nuestras comodidades, ponen un barrote más a nuestra pequeña y agradable cárcel.

Tan bonita y confortable es que pensamos que no es un cárcel, pensamos que eso es el mundo entero, que tenemos libertad para entrar y salircuando queramos. Hay gente que está tan cómoda dentro que nisiquiera se plantea salir, hay otros que por descuido salen y vuelven a entrar corriendo, ante el vértigo de tanta amplitud. Otros, se dan cuenta de que no les gustan mucho algunos barrotes, que querrían asomarse fuera, ver la luz del sol, incluso ampliar un poco la habitación o compartirla. Sin embargo cuando lo intentan descubren que sí que era una carcel, son penalizados duramente, incluso desproporcionadamente por las fuerzas de la ley y el orden, por su bien, para que estén cómodos, como van a salir de un sitio tan cómodo para entrar en un sitio incierto? hay que ayudarles, descubrirles que están mucho más comodos de lo que ellos pensaban. La gente se informa, ¿qué ha ocurrido? y los guardias les dicen lo que están programados para decirles (porque ellos tambien viven enla carcel de oro, tanto les gusta su trabjo) que no ha ocurrido nada, que un grupo de locos, de radicales, de gente que no ha entendido nada, que querían ir a un sitio muy peligroso han intentado abandonar su pequeña jaula y ellos les han salvado!

Lo que no se dan cuenta es que en las cárceles hay motines y que todo edificio se puede derrumbar por causas propias o ajenas y que cuantas más rejas pongas menos luz entrará y más la echarán de menos los que están dentro.

A mí que no me ayuden tanto, que no conduzcan por mí, que no piensen por mí, que no voten por mí, que no decidan por mí y que no carguen contra mí.

1 comentario:

Cute Greta dijo...

Tienes toda la razón y más. La felicidad de la sociedad actual es POSEER. Cuanto más posees mucho más feliz eres. Y claro, el hecho de poseer significa que tienes algo que te quita libertad por otra parte. Poseemos parejas, coches, pisos, etc, etc que hacen que a las 30 años tengas tantas responsabilidades que parece que haga milenios que tuviste 18. Pero eso es avanzar: nosotros vamos a la universidad, acabamos, buscamos una hipoteca no muy brutal, una letra del coche que sea pagable, una relación sentimental. Y hala, se jodió el invento.

Queda el consuelo de saber que no en todas partes es así. En este aquí y este ahora es lo que hay, la cárcel dorada, pero eso no es extrapolable a todo el mundo. Hay otros aquís y otros ahoras. Te lo aseguro.